Lóczy 2

- Cuidados de buena calidad, la relación personal se establecerá durante los momentos íntimos y privilegiados de los cuidados. Los cuidados cotidianos, higiene , alimentación, vestido… serán aprovechados para tener una relación personal, individual, con sentimiento pero no como un padre o madre sino como un compañero o amigo, con empatía. Mientra se realizan los cuidados e actuará con suavidad, y se le irá informando sistemáticamente de todo lo que sucede , todo se le muestra, todo se le explica. Los gestos serán tiernos y delicados. Sus iniciativas, sus manifestaciones son tomadas en cuenta, su ritmo es respetado. Invita al niño a participar , dejandole un espacio. Por ejemplo: Se le tiende la mano a la hora de cambiarle para que si quiere colaborar lo haga. Todo se realiza como si se tratara de una coreografía con movimientos estudiados para que el niño reconozca lo que va a ocurrir y le genere confianza. De esa manera, teniendo en cuenta que serán personas diferentes las que puedan atender al bebe, aunque sea siempre el mismo grupo y una de ellas la encargada principal de ese niño en concreto, coincidan en su modo de hacer, para que el bebe sepa reconocer lo que va a ocurrir, una vez más generamos confianza. Todo está medido y cuidado al detalle en favor del niño.

También es importante la estabilidad, la regularidad como fuente de seguridad. El valor de unas relaciones personales y estables, de la constancia en las actitudes educativas, y de la personalización de la relación entre adulto y niño que va a proporcionar seguridad al niño para su progreso. Para cada niño hay una cuidadora especial una cuidadora de referencia, atenta especialmente a un niño en concreto, observando y analizando todas las pequeñas cosas que hace el niño.

Una vez que he descrito lo que a mi parecer son los principios de Pikler, me gustaría hablar de la impresión que me producen las imágenes de los niños y sus cuidadoras ( mujeres todas ellas) mi primera impresión es de que se trata de un lugar tranquilo, en el que se actúa con delicadeza , se habla de forma suave, con naturalidad, de una forma sencilla, en un entorno natural, el jardín, el suelo, en lugares espaciosos. La sensación de que el tiempo no cuenta, transcurre sin prisas, mas lento. Pero luego una vez he conocido las ideas de Emmi Pikler me doy cuenta de que nada de lo que pasa allí es espontáneo, todo está organizado y pensado en beneficio del niño, para darle la oportunidad de encontrarse y desarrollarse. Desde la ropa, los muebles, los utensilios, los juguetes, las posturas de las cuidadores al manipular a los niños, el ritmo pausado, la voz relajada, la forma de sus cuidados... Para que todo eso funcione es imprescindible la buena formación de las cuidadoras. Saber ser cuidadoras, es algo que no se aprende de un día para otro, porque tienen que aprender a ver y pensar de otra manera. A no regañar y felicitar. A confiar en las capacidades de los niños. Parte de su formación consiste en observar durante meses a cuidadoras experimentadas.

El orfanato Lóczy fue un hogar para niños, consiguió reparar y desarrollar a niños sin sus familias de forma sana y saludable, posteriormente se convirtió en un centro infantil. Las ideas Piklerianas son útiles para cualquier situación de cuidados de personas sean niños o adultos. Según Emmi Pikler los niños hasta los 3 o 6 años estarían mejor con sus familias, pero la realidad que vivimos no lo facilita, los niños pasan gran parte de su tiempo en centros infantiles donde son cuidados. Todos los principios que hemos visto son aplicables e igualmente beneficiosos en la escuela de educación infantil. En ella nos encontraremos con situaciones nuevas como la separación del bebe de sus personas de apego y habrá que cuidarlo. Para las personas que se ocupan de los niños es importante sentir que los padres confíen en ellas. Pienso que el que conozcan la forma en que se comparte el tiempo con los niños sería beneficioso para generar esa confianza.

Otro proyecto beneficioso para los niños sería la creación de una escuela de padres y madres, fue un proyecto incluso anterior a la creación de la escuela infantil de Lóczy. La idea era crear un espacio donde los padres están en silencio observando a los niños jugar. Una madre o padre se pone con una profesora/or que le explica lo que está haciendo su hijo/a . El espacio de juego será más autónomo que en casa. Tendrán ocasión de ver hasta que punto sus hijos son autónomos y creativos. Los padres ven que sus hijos están bien, por lo que se interesan por el material y los objetos. Acuden a reuniones. La escuela de padres contribuye a aportar a los padres formación para que conozcan aspectos que probablemente desconozcan de sus hijos/as y ofrece momentos de reflexión, pudiendo mejorar su forma de relacionarse.

Me parece que toda persona que tenga que tratar, con niños, padres, educadores, pediatras, monitores de tiempo libre deberían de leer y reflexionar sobre las propuestas que nos ofrece Emmi Pikler, interesantes para todos.

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