Psicología de la confianza
Los orígenes de este modelo los encontramos en los años 50 y 60 con el deseo de un grupo de padres, madres y educadores/as de euskaldunizar a sus hijos/as y de utilizar un nuevo modelo pedagógico, se usan espacios abiertos, se manipulan objetos, se hace de una forma intuitiva, no científica.
Hoy en día gracias a la ciencia de la psicología sabemos que la etapa de 0 a 6 años es la etapa más sensible del desarrollo, puesto que es muy sensible a los factores externos y a su entorno. Además, es la etapa más productiva donde se establecen las bases para un desarrollo posterior. Por lo tanto estamos reconociendo la importancia de la educación infantil (0 a 6 años) en el desarrollo de cualquier persona. La ciencia de la psicología, mediante la observación, comprobación, psicología empírica ira guiándonos en el conocimiento del comportamiento humano y aporta a la pedagogía unas bases sólidas desde donde construir fiablemente nuestros comportamientos pedagógicos. Se sabe lo que hay que hacer y porqué de una manera firme, con rigor científico.
Sabiendo por un lado la importancia de la educación en esta etapa y basándose en la firmeza y confianza que aportan los conocimientos científicos, se realiza en la Ikastola este erdu proiektua. Lo llaman pedagogía de la confianza.
Primer contacto : momento inicial se cuida la confianza que los padres y madres depositan en los educadores/as, se tiene un interés por conocer al niño/a y su familia, lo hacen mediante un historial que dará pistas sobre sus costumbres, su motricidad,su desarrollo, su relación familiar… todo encaminado a comenzar una relación de confianza y a generar un apego entre los educadores/as y los niños/as, sin apego no hay seguridad ni disfrute. El historial también servirá para orientar a los padres y madres que lo necesiten, en la relación con sus hijos.
Escuela de padres: los profesionales de la ikastola podrán orientar y dar pautas básicas a los padres y madres, pero lo hacen intentando generar un ambiente cálido y de confianza. Los padres agradecen estas reuniones, creen que les aportan conocimiento y seguridad como padres y madres.
Desapego de la familia: la familia puede estar en el aula, para que el desapego sea a la medida del niño/a. Dan la oportunidad al niño/a para que vaya decidiendo y consiga confianza en cuanto al espacio y a sus educadores/as. Respetar su ritmo.
Para que el niño confíe en sus capacidades, necesita sentir que nosotros confiamos en él.
Cuidado de la entrada y salida: Las familias entran en el aula, una transición natural del ambiente familiar a la ikastola, creo que así demuestran que todos forman parte de lo mismo. Mejora la adaptación y la transición. Facilita la comunicación cotidiana, no todos los días son iguales.
Una vez conseguido que el niño se sienta seguro, podrá confiar y dedicarse a investigar, a explorar, imaginar, desarrollar su conocimiento.
El espacio y elementos a disposición de los niños/as: Se les ofrece espacios amplios diferenciados, distintos contextos, pensados para ellos, con materiales que ofrezcan distintas posibilidades de desarrollo. Al llegar ellos eligen donde quieren estar, que hacer ese día a primera hora. Los educadores/ras proponen retos que puedan superar, para que se sientan competentes y reforzar su autoestima. Buscar objetivos que podamos conseguir con nuestros recursos reforzará nuestra estima. “me siento competente y entonces me como el mundo”.
Arquitectura al servicio de la pedagogía: Tras la observación sabremos que necesitan para explorar y los arquitectos trabajarán para ello, creando espacios amplios, de tres dimensiones, novedosos, atrayentes que fomenten la curiosidad… sin límites.
La labor de los educadores: necesidad de unos educadores capaces de impulsar al niños tras sus equivocaciones, consuele y dé herramientas. Cuentos para vivir emociones y fantasía. También tendrán que observar, cuando se realizan actividades no mediará y observará con intención de ver los progresos y detectar posibles desvíos e intervenir precozmente. Confeccionar grupos heterogéneos, conseguir que para los alumnos cualquiera de los educadores sea considerado como alguien que le socorre y le ayuda. Utilizarán hojas de observación para entrenar a los profesores en la observación y para saber la evolución y si nuestra intervención ha sido correcta. Se produce un control para verificar nuestra actuación.
En definitiva, todo persigue construir un clima de confianza, de afecto que consiga que lo que transmitimos a los niños/as tiene esa fuerza que le da la relación que hemos creado.
Tras la actividad libre, la actividad organizada a veces propuesta por ellos, asi se les motiva para generar interés, otras por el educador/a, en ambas tiene libertad de participar o no.
Colaboración entre niños de distintas edades. Se ayudan unos a otros, como ocurre en las familias, e incluso hacen proyectos comunes. Los menores aprenden por imitación de los mayores y estos aprenden a cuidar de los pequeños y liderazgo. Y otros valores como cooperación integración y respeto.
Utilización del arte, música,y tradiciones culturales para trabajar su mundo interior y la dimensión emocional, también dan importancia a la naturaleza de la que formamos parte y debemos cuidar. Espacio que hace posible la exploración y el movimiento equilibrio… por último implicación de la ikastola en el pueblo y el pueblo en la ikastola.
Encuentro, muchos puntos en común con los 10 aspectos para una educación infantil de calidad que proponía M.A. Zabalza, desarrollados al máximo, también creo que cualquier educador/a y cualquier niño/a se sentiría motivado, crecería positivamente en un modelo como este, pero lo veo como algo a lo que aspirar, porque yo creo que es una situación privilegiada la que se describe, le faltan muchas de las realidades, que forman parte de nuestra sociedad, pero indica direcciones hacia las que sabemos que debemos ir.
Hoy en día gracias a la ciencia de la psicología sabemos que la etapa de 0 a 6 años es la etapa más sensible del desarrollo, puesto que es muy sensible a los factores externos y a su entorno. Además, es la etapa más productiva donde se establecen las bases para un desarrollo posterior. Por lo tanto estamos reconociendo la importancia de la educación infantil (0 a 6 años) en el desarrollo de cualquier persona. La ciencia de la psicología, mediante la observación, comprobación, psicología empírica ira guiándonos en el conocimiento del comportamiento humano y aporta a la pedagogía unas bases sólidas desde donde construir fiablemente nuestros comportamientos pedagógicos. Se sabe lo que hay que hacer y porqué de una manera firme, con rigor científico.
Sabiendo por un lado la importancia de la educación en esta etapa y basándose en la firmeza y confianza que aportan los conocimientos científicos, se realiza en la Ikastola este erdu proiektua. Lo llaman pedagogía de la confianza.
Primer contacto : momento inicial se cuida la confianza que los padres y madres depositan en los educadores/as, se tiene un interés por conocer al niño/a y su familia, lo hacen mediante un historial que dará pistas sobre sus costumbres, su motricidad,su desarrollo, su relación familiar… todo encaminado a comenzar una relación de confianza y a generar un apego entre los educadores/as y los niños/as, sin apego no hay seguridad ni disfrute. El historial también servirá para orientar a los padres y madres que lo necesiten, en la relación con sus hijos.
Escuela de padres: los profesionales de la ikastola podrán orientar y dar pautas básicas a los padres y madres, pero lo hacen intentando generar un ambiente cálido y de confianza. Los padres agradecen estas reuniones, creen que les aportan conocimiento y seguridad como padres y madres.
Desapego de la familia: la familia puede estar en el aula, para que el desapego sea a la medida del niño/a. Dan la oportunidad al niño/a para que vaya decidiendo y consiga confianza en cuanto al espacio y a sus educadores/as. Respetar su ritmo.
Para que el niño confíe en sus capacidades, necesita sentir que nosotros confiamos en él.
Cuidado de la entrada y salida: Las familias entran en el aula, una transición natural del ambiente familiar a la ikastola, creo que así demuestran que todos forman parte de lo mismo. Mejora la adaptación y la transición. Facilita la comunicación cotidiana, no todos los días son iguales.
Una vez conseguido que el niño se sienta seguro, podrá confiar y dedicarse a investigar, a explorar, imaginar, desarrollar su conocimiento.
El espacio y elementos a disposición de los niños/as: Se les ofrece espacios amplios diferenciados, distintos contextos, pensados para ellos, con materiales que ofrezcan distintas posibilidades de desarrollo. Al llegar ellos eligen donde quieren estar, que hacer ese día a primera hora. Los educadores/ras proponen retos que puedan superar, para que se sientan competentes y reforzar su autoestima. Buscar objetivos que podamos conseguir con nuestros recursos reforzará nuestra estima. “me siento competente y entonces me como el mundo”.
Arquitectura al servicio de la pedagogía: Tras la observación sabremos que necesitan para explorar y los arquitectos trabajarán para ello, creando espacios amplios, de tres dimensiones, novedosos, atrayentes que fomenten la curiosidad… sin límites.
La labor de los educadores: necesidad de unos educadores capaces de impulsar al niños tras sus equivocaciones, consuele y dé herramientas. Cuentos para vivir emociones y fantasía. También tendrán que observar, cuando se realizan actividades no mediará y observará con intención de ver los progresos y detectar posibles desvíos e intervenir precozmente. Confeccionar grupos heterogéneos, conseguir que para los alumnos cualquiera de los educadores sea considerado como alguien que le socorre y le ayuda. Utilizarán hojas de observación para entrenar a los profesores en la observación y para saber la evolución y si nuestra intervención ha sido correcta. Se produce un control para verificar nuestra actuación.
En definitiva, todo persigue construir un clima de confianza, de afecto que consiga que lo que transmitimos a los niños/as tiene esa fuerza que le da la relación que hemos creado.
Tras la actividad libre, la actividad organizada a veces propuesta por ellos, asi se les motiva para generar interés, otras por el educador/a, en ambas tiene libertad de participar o no.
Colaboración entre niños de distintas edades. Se ayudan unos a otros, como ocurre en las familias, e incluso hacen proyectos comunes. Los menores aprenden por imitación de los mayores y estos aprenden a cuidar de los pequeños y liderazgo. Y otros valores como cooperación integración y respeto.
Utilización del arte, música,y tradiciones culturales para trabajar su mundo interior y la dimensión emocional, también dan importancia a la naturaleza de la que formamos parte y debemos cuidar. Espacio que hace posible la exploración y el movimiento equilibrio… por último implicación de la ikastola en el pueblo y el pueblo en la ikastola.
Encuentro, muchos puntos en común con los 10 aspectos para una educación infantil de calidad que proponía M.A. Zabalza, desarrollados al máximo, también creo que cualquier educador/a y cualquier niño/a se sentiría motivado, crecería positivamente en un modelo como este, pero lo veo como algo a lo que aspirar, porque yo creo que es una situación privilegiada la que se describe, le faltan muchas de las realidades, que forman parte de nuestra sociedad, pero indica direcciones hacia las que sabemos que debemos ir.
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